domingo, 4 de octubre de 2009

Palacio de Ferias y Congresos de Málaga

Las construcciones de grandes volúmenes destinadas generalmente y como es lógico también a grandes eventos, por sus dimensiones, por la singularidad que le suelen imprimir los arquitectos y diseñadores, se convierten en objetivo fácil para buscar esos ángulos, esas perspectivas, detalles que tanto en vistas amplias hechas con los grandes angulares de las cámaras fotográficas, así como los detalles más concentrados, aquello que los conforman, piezas que tenemos al alcance de la mano y que forman parte del entorno, el mobiliario, etc., ayudan al fotógrafo a plasmar esa visión distinta, ese punto que es frecuente que se escape al común de los viandantes.

Al igual que ocurre con grandes edificaciones tanto modernistas como las más clasicistas, y como no, incluso en esos espacios un tanto minimalistas que con una sola planta pero con aberturas luminosas y zonas de marcado carácter estético, se prestan no sólo a la contemplación de sus estilos constructivos sino a que se conviertan casi siempre en objetos destinados a servir de modelos para aficionados y profesionales de todo tipo de arte.

De vez en cuando y aprovechando algún hueco, paso a dar un vistazo al Palacio de Ferias y Congresos de Málaga, con la intención de “pescar” alguna imagen, no siempre se tienen los sentidos claros como para ver algo, y otras veces aunque de forma repetitiva y un tanto ajada, alguna imagen se suele conseguir, se intenta variar las características con filtros polarizadores, degradados, de color, haciendo exposiciones un tanto forzadas, utilizando sensibilidades muy altas o muy bajas, etc., etc., el asunto está en obtener algo nuevo, alguna forma distinta de captar el momento, el objeto, el detalle, y trasladarlo a los demás.

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