En uno de los paseos por la Lonja de Pescadería encontré a esta gaviota y buscándole un encuadre para fotografiar vi el Cerro de San Antón al fondo; una de las estampas clásicas de nuestra querida Málaga, San Antón, monte al que en innumerables veces subí, sobre todo cuando era un niño, en bastantes ocasiones acompañado de Antonio Molero, un amante de la naturaleza y gran aficionado a la fotografía, por cierto bastante mejor fotógrafo que muchos de los que se dedicaban profesionalmente a este menester.A él le debo bastante de lo que aprendí sobre el respeto a los animales y ha apreciar la naturaleza y su entorno, mientras mi amigo José A. Molero, su hijo, algún amigo más y yo buscábamos espárragos, él hacia lo propio y además también alguna que otra fotografía de las que más de una ganó algún que otro concurso fotográfico.
Desde aquí le dedico un cariñoso recuerdo, quizás nos esté viendo desde alguna estrella lejana.
Desde aquí le dedico un cariñoso recuerdo, quizás nos esté viendo desde alguna estrella lejana.
